La desaparición del controlador sumergible Titan no es inusual, explican los expertos
Rouzes/iStock
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El tiempo se está acabando rápidamente para el sumergible Titán perdido. De camino a visitar los restos del RMS Titanic, nadie ha visto ni sabido nada de ella desde el domingo por la mañana. Después de que surgieron algunas esperanzas al escucharse "fuertes golpes", han surgido pocas o ninguna otra pista sobre el destino o el paradero del sumergible perdido. Aparte de la cobertura noticiosa sobre los intentos de rescatar a los cinco hombres a bordo, otros expertos han llamado la atención sobre los productos aparentemente "económicos" utilizados para construir Titán. El principal de ellos es el uso de un controlador de juego "Xbox" para operar la embarcación.
Sin embargo, resulta que tales críticas pueden ser un poco prematuras, ya que este tipo de controladores se utilizan comúnmente en el ejército en todo el mundo. Según BodyViz, una empresa especializada en análisis de imágenes por resonancia magnética (MRI), un controlador Xbox ofrece una forma más natural de navegar por la anatomía virtual de un paciente girándola, desplazándola, haciendo zoom o volando a través de ella. Anteriormente, el estándar era una interfaz de ratón y teclado. La NASA también ha utilizado una Xbox Kinect como interfaz para operar rovers complejos como el ATHLETE (All-Terrain Hex-Limbed Extra-Terrestrial Explorer) de seis extremidades.
Los expertos también señalan que los sistemas de control de juego adaptados ofrecen una ventaja significativa en términos de familiaridad para el usuario. En 2013, el director de productos norteamericanos de iRobot, Tom Phelps, compartió con Business Insider que habían logrado un gran éxito al reemplazar el "controlador tipo disco" original de su robot de eliminación de IED por un diseño de controlador Xbox más estándar.
"En 2006, juegos como Halo eran dominantes en el ámbito militar", explicó Phelps. "Así que trabajamos con los militares para socializar y estandarizar el concepto... Se consideró un gran éxito; los soldados más jóvenes con mucha experiencia en juegos pudieron adaptarse rápidamente", añadió.
El personal militar dispone de un dispositivo de juego que le resulte familiar. "Están mucho más dispuestos a experimentar, tienen mucho menos miedo a la tecnología... les resulta natural", dijo el coronel israelí Udi Tzur al Washington Post sobre un tanque controlado con un controlador Xbox. "No es exactamente como jugar Fortnite, sino algo así, y sorprendentemente llevan sus habilidades a la efectividad operativa en poco tiempo", añadió.
"Saben exactamente la posición de esos botones y pueden alcanzar un rendimiento mucho mejor con ese sistema", dijo al Post el director general de IAI Robotics, Meir Shabtai. “El controlador es sólo la interfaz; la idea es presentar una tecnología sofisticada de una manera que puedan manejarla”, añadió.
Utilizar interfaces de control perfeccionadas por las empresas de juegos durante décadas puede ser una alternativa rentable a la creación de una nueva interfaz desde cero. "Las empresas de juegos han gastado millones para desarrollar interfaces gráficas fáciles de usar, así que ¿por qué no ponerlas a trabajar en UAV [vehículos aéreos no tripulados]?" El director de desarrollo empresarial de Raytheon, Mark Bigham, dijo a Wired en 2008: "La industria de los videojuegos siempre gastará más que el ejército en mejorar la interacción entre humanos y computadoras", añadió.
"Se invierte mucho dinero en tecnologías de videojuegos para que podamos aprovechar lo que han hecho", dijo Matt Clausen de la NASA en la Penny Arcade Expo de 2012.
No es sorprendente que OceanGate Expeditions haya optado por una interfaz de control de juego familiar para su sumergible, ya que muchas industrias y organizaciones están utilizando el diseño bien establecido y fácil de usar de estos controladores para sus proyectos no relacionados con los juegos. El uso diario de una interfaz de este tipo por parte de millones de jugadores la convierte en una opción fácilmente disponible y reconocible para diversos proyectos.
Sin embargo, a pesar de esto, es probable que las críticas continúen cuando la inevitable investigación se intensifique en las próximas semanas y meses.